Las cocinas abiertas al salón son cada día más comunes. Pueden ser cocinas modernas, pequeñas, blancas o muchas veces son de madera. Una cocina abierta al salón puede ser con isla, o sin isla. Hay muchas opciones.
Además de ser perfecta para acondicionar una gran sala de estar, te permitirá cocinar mientras ves tu serie favorita o vigilas a los más pequeños sentados delante de la tele. Pero ¿cómo conseguimos unificar estos dos espacios vitales? ¡Atención a los trucos de nuestros expertos para lograrlo!
Dos soluciones: jugar con la continuidad o romper las reglas
Las cocinas abiertas al salón, con su carácter acogedor, tienen un éxito rotundo. Si también te llaman la atención, puedes elegir entre dos soluciones principales. Puedes enamorarte de una cocina equipada que se funda con los muebles de tu espacio interior o decantarte por jugar con los contrastes y diferenciar claramente ambas estancias. Sea cual sea tu decisión, es fundamental empapar el interior de una armonía y coherencia agradables.
La distribución de una cocina abierta que alargue el salón
Una cocina abierta al salón sin isla comparte una pared con el salón, sin una isla para separar los dos espacios. Esto ayuda a crear una sensación de fluidez y continuidad entre la cocina y el salón.
Para una cocina abierta al salón sin isla, es importante elegir los materiales y colores correctos para garantizar que la cocina encaje en el diseño general de la sala. No se recomienda utilizar materiales demasiado brillantes, ya que podrían ser demasiado llamativos. El uso de materiales más suaves como madera ayudará a crear un look más natural. Además, al elegir los colores, se recomienda elegir tonos neutros que sean fáciles de combinar con los colores de la sala de estar.
Líneas depuradas y diseño
Si te encanta que todo combine, lo mejor es optar por una cocina de diseño e intemporal. El estilo minimalista encaja a la perfección en este criterio ya que garantiza una decoración interior depurada que no te cansará con el paso de los años. Prima las cocinas en tonos sobrios, como el blanco o el gris antracita. Además, opta por sistemas sin tiradores y por múltiples espacios de almacenamiento para evitar que los electrodomésticos inunden la encimera.
Continuidad meditada
Si quieres crear una gran sala de estar sin ninguna delimitación, evita la instalación de una barra o isla central en tu cocina abierta. Asimismo, pinta todas las paredes del salón del mismo color y no utilices varios pavimentos. ¿Te apetece ir un paso más allá? Emplea los mismos materiales en los frentes de los muebles de la cocina y del salón. ¿Por qué no?
No cabe duda de que todos los detalles cuentan, hasta en la distribución de cada esquina. Por ejemplo, plantéate alejar el espacio del televisor de la placa para evitar problemas acústicos debido a la campana y los sonidos de cocción. Es preferible situar la mesa y las sillas más cerca de la cocina para facilitar los trayectos.
Distribuir espacios distintos pero armonizados
¿Eres más de contrastes? Quieres una cocina abierta, pero algo separada. En ese caso, enamórate de la segunda solución y crea espacios distintos con una separación clara entre la cocina y el salón. Por supuesto, esto implica que es más difícil armonizarlos. No pasa nada, es difícil pero no imposible.
¿Cómo podemos delimitar los dos espacios?
Existen múltiples soluciones para crear un contraste agradable entre la cocina abierta equipada y el salón. Por ejemplo, puedes pintar las paredes de colores distintos (pero que combinen entre sí). Otra opción es cambiar el pavimento. Podrías optar por suelo de parqué para el salón, que es más acogedor, y por baldosas para la cocina, que son más fáciles de mantener. Finalmente, puedes escoger soluciones para delimitar ambas estancias de forma física, como una isla central, una barra o una puerta vidriera, que está muy en boga actualmente, entre otras.
Pero ¿cómo se puede preservar la armonía?
Si tienes pensado optar por los contrastes, es necesario mantener un cierto nivel de coherencia, sobre todo en materia de estilo. Sin él, tu casa o apartamento corre el riesgo de dar una impresión más disonante que armoniosa.
Esta coherencia se transmite a través de la decoración, las alusiones a colores y materiales… La cuestión es incluir en ambas estancias elementos que forjen un vínculo, un hilo conductor, como muebles del salón fabricados con la misma madera que la encimera, paredes de la cocina equipada pintadas en el mismo tono que las hornacinas de la biblioteca, etc. ¡Déjate inspirar para crear una decoración que te identifique! Así, crearás esa coherencia, que es fundamental para conseguir una armonía agradable.
Cocinas pequeñas abiertas al salón
Las cocinas pequeñas muchas veces con las mejores para dejarlas abiertas al salón. Suele quedar como una cocina moderna y funcional. Estas cocinas permiten aprovechar al máximo el espacio disponible, ya que se integran perfectamente con el salón. Esto permite que la cocina se convierta en una extensión del salón, creando un ambiente acogedor y al mismo tiempo moderno.
¿Necesitas un poco de ayuda?
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